Historia

 

Antes de la llegada de Cristóbal Colón la región era el hogar de muchos pueblos indígenas y las civilizaciones avanzadas, como los aztecas,toltecas, los caribes, Tupies, Mayas e Incas. La edad de oro de los mayas comenzó alrededor del año 250, con las últimas dos grandes civilizaciones, los aztecas y los incas, emergiendo en la prominencia más tarde a principios del siglo XIV y mediados de los siglos XV, respectivamente.

Las civilizaciones americanas descubrieron e inventaron elementos culturales decisivos para la humanidad como avanzados calendarios, complejos sistemas de manipulación genética como la que generó el maíz y el 75% de los alimentos actuales, así como un dominio en el trabajo de la piedra, sistemas de gestión ambiental de amplias zonas geográficas, avanzados sistemas de riego, nuevos sistemas de escritura, nuevos sistemas políticos y sociales, una avanzada metalurgia y producción textil, etc. Algunas civilizaciones precolombinas también descubrieron la rueda, que no resultó de utilidad productiva debido en parte a que en las cordilleras y selvas donde se encontraban, pero fue utilizada para la fabricación de juguetes.

Otro de los elementos comunes de las culturas precolombinas que alcanzó un alto grado de desarrollo fue la edificación de templos y monumentos religiosos, siendo claros ejemplos las zonas arqueológicas de Caral, Chavín, Moche, Pachacámac, Tiahuanaco, Cuzco,Machu Picchu y Nazca, en los Andes Centrales y Teotihuacan, Templo Mayor en la ciudad de México, Tajín, Palenque, Tulum, Tikal,Chichén-Itzá, Monte Albán, en Mesoamérica.

Colonización europea

La colonización europea de América comenzó a finales del siglo XVdespués de que Cristóbal Colón llegara en 1492 con el mecenazgo de laCorona de Castilla. A partir de ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, elImperio Británico, Francia y Holanda, conquistaron y colonizaron algunos territorios y poblaciones que ya habitaban el continente.

El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se asentaron principalmente en Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica (imperios Azteca e Inca, respectivamente).España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. Tomó posesión por la fuerza de los dos grandes imperios existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades. A partir de ahí controló una gran parte de América Central: desde la zona andina de América del Sur hasta la zona central del actual Chile, incluyendo al Imperio incaico en el actual Perú. En el Caribe, dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de sus posesiones caribeñas.

Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que más tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica norteamericana, además de algunas islas caribeñas. Francia ocupó la actual guyana Francesa en Sudamérica (aún bajo su dominio), Luisiana en el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Quebec. Holanda estableció colonias en América del Sur (Guyana holandesa hoy Surinam) y algunos asentamientos en islas caribeñas (Antillas Neerlandesas y Aruba).

 

 

Independencia

Las guerras de independencia hispanoamericanas fueron una serie de conflictos armados que se desarrollaron en las posesiones españolas en América a principios del siglo XIX, en los cuales se enfrentaron grupos independentistas contra autoridades virreinales y los fieles a la Corona española. Dependiendo el punto de vista desde el cual se aborden, estos procesos emancipatorios pueden verse como guerras de independencia o guerras civiles, o bien, una combinación de diversas formas de guerras.

Los movimientos independentistas de América Hispánica adquirieron formas variadas de acuerdo con las condiciones que imperaban en cada región. Por ello «es esencial que, al principio, no reduzcamos movimientos diferentes a un denominador común. Grupos diferentes actuaron en etapas diferentes: la élite caraqueña tomó la iniciativa de separarse de la monarquía española en 1810 pero la élite de la capital novohispana se dividió en 1808 acerca de la cuestión de la autonomía dentro del imperio, se opuso a la revolución de Independencia en 1810 y no actuó como grupo homogéneo en 1821 cuando se integró en el movimiento de Iturbide».

La crisis política en España y la ocupación de su territorio por parte de Francia en 1808 constituyen dos hechos que incentivaron el independentismo en Hispanoamérica. Como respuesta a la entronización de José Bonaparte en España, entre 1808 y 1810 se instalaron juntas de gobierno que ejercieron la soberanía ante la ocupación francesa, tanto en la península como en las posesiones de ultramar. Las diferencias entre España y las colonias se fueron agudizando después de esa crisis, lo que finalmente desencadenó los movimientos armados independentistas hispanoamericanos. La lucha armada entre los americanos y los ejércitos coloniales inició alrededor del 1810 en la mayoría de los dominios españoles. La independencia de las nuevas naciones se consolida en la década de 1820. Después de perder El Callao en enero de 1826, los únicas territorios dominados por los españoles en América eran Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico.

Después del asedio final en El Callao no hubo otra operación militar en suelo continental desde España sobre las antiguas colonias hasta 1829, cuando la expedición de Isidro Barradas llegó a Tampico y fue derrotada por el Ejército Mexicano. Sin embargo los gobiernos independientes enfrentaron las guerrillas realistas, por ejemplo en 1823-1827 en (Venezuela); entre 1827 y 1830 en Pasto (Colombia); en el sur de Chile, apoyados por mapuches y pehuenches, hasta 1832; y la guerrilla de Iquicha en Perú, hasta la década de 1830.

Estados Unidos, el Reino Unido y Francia establecieron relaciones comerciales con los nuevos gobiernos americanos y posteriormente reconocieron la soberanía de los nuevos estados a lo largo de la década de 1820. Sin embargo España sólo abandonó los planes de reconquista después de la muerte de Fernando VII, ocurrida en 1833. Las Cortes españolas renunciaron a los dominios americanos en 1836 y autorizaron al gobierno para que pueda realizar tratados de paz y reconocimiento con todos los nuevos estados de la América española.